De culo me he caido
[h]ojeaba, físicamente, El (diario independiente de la mañana) País durante la comida -paella y empanada con ensalada y cuajada de postre- cuando me ha sobresaltado, además de la cara del hijo de puta que supuestamente terminó con la vida de la niña de Huelva y que se da un aire al pobre
Cañita Brava, ver un anuncio de la marca de marroquinería Louis Vuitton en la que aparece Mikhail Gorbachev con el muro de Berlín de fondo (el que tuve la suerte de ver desde el lado oriental). Sí, Mikhail el que quiso quitarse la hoz y el martillo tatuados como antojo en la frente a golpe de 'nomenklatura', y así el estancamiento soviético y su anquilosamiento ciudadano, con nuevos conceptos traidos del frío como 'glasnost' y 'perestroika', finalmente aceptados en la jerga periodística occidental y hoy fuente friki-kitsch de la moda.
Hace mucho que no sabía nada de él (hablo como si le conociera personalmente) y ciertamente me he caido de culo al verle anunciar unas maletas. No me hubiera sorprendido ver la foto de Bill Clinton en un soportal en Nueva Orleans tocando ... ... el instrumento que toque, mientras anuncia ese bolso de viaje pero a este señor que tan profundos cambios resolvió, francamente, me he caido de culo, pero no tanto como ir a la web de
Vuitton y ver a Keith Richards recien salido de la cápsula criogenizadora haciendo que toca la guitarra.
mientras escribo suena T.S.O.P. de M.F.S.B.