lunes, 11 de febrero de 2008
  Se puede hacer peor
Si, se puede hacer peor. Reproduzco el correo de un compañero de club ante la cada vez mejor desorganización de la Carrera del Pavo de Ciudad Real, una de las decanas de las Populares de Castilla La Mancha.


¿Se puede hacer peor?

Llevo muchos años participando en la carrera del pavo de Ciudad Real y cada año me entristece más ver que una de las carreras decanas de Castilla-La Mancha, (esta ha sido la trigésimo cuarta edición), con una dilatada historia por las calles de la ciudad y con una importante número de participantes en las distintas categorías, se ha pasado a ser una mediocre carrera.
Ahora se nos destierra al Parque de Gasset con un circuito peligrosísimo, al que acude muchísima menos gente tanto a correr como a presenciar la prueba. Y no es de extrañar porque el lugar no es el correcto, tampoco se publicita la carrera adecuadamente, la organización es un caos, no se hace división en categorías como se debiera y al disputarse dando vueltas a un circuito tan corto, hace que se doble en seguida a los atletas populares, (que son la verdadera esencia de las San Silvestres), provocando que se desanime a los posibles participantes.
En la edición de la Navidad 2006-2007, para no perder la costumbre de hacer las cosas mal, pude contemplar unos hechos sorprendentes:
-Cuando yo iniciaba mi última vuelta al circuito un corredor que me había doblado entraba ya en meta finalizando su prueba, y para sorpresa de todos se le indicó que aún le quedaba una vuelta, con lo que el desconcierto fue mayúsculo.
-En la entrega de premios de una de las categorías se llamó a podio a un corredor como tercer clasificado, y tas entregarle el trofeo y el premio en metálico, se le retiraron ambos galardones y se le acusó de recogerlos aún a sabiendas que había entrado otro atleta un puesto por delante de él; algo absolutamente falso, porque fue la propia “organización”, o mejor dicho “desorganización”, la que confeccionó el “orden” o “desorden” de llegada y llamó por megafonía a los galardonados, que no subieron por motus propio, sino porque se les nombró. Pero lo peor de todo es que te acusen de mentiroso y de hacer trampas encima de tener que soportar semejante humillación.
-Y como colofón a esta “gloriosa” edición, la última tomadura de pelo fue la entrega de los tradicionales pavos que dan nombre a la prueba, que por increíble que parezca eran de cerámica, algo más propio de Talavera de la Reina, ciudad de la cerámica. Imaginé que sería por culpa de la gripe aviaria, pero me equivoqué porque este año lo han vuelto a hacer.
Visto lo visto y haciendo resumen, lo más apropiado sería cambiarle el nombre a la carrera, ya que se ha convertido en algo habitual hacerla en días que no son el 31 de Diciembre, siendo erróneo entonces denominarla como “carrera de San Silvestre”. Tampoco sería correcto calificarla como “carrera del pavo”, y más teniendo en cuenta que ya ni dan pavos, por lo menos de los de verdad, por lo que sería más correcto que fuera la carrera del perro, de la gallina, de la vaca o de la caca de la vaca.
Después de todos estos sucesos hubo un compromiso para volver a celebrar la carrera en 31 de Diciembre por el casco urbano, y con esa esperanza quedamos la última Navidad. Pero sin pillarnos de sorpresa, este año nos han mandado otra vez al Parque de Gasset, no se si hasta que ocurra una desgracia en ese circuito que más bien parece una pista americana, (peligrosos giros, obstáculos, barro, trampas en los tramos sobre la fuente…). Y si creía que no se puede hacer peor, estaba muy equivocado, ya que a pesar de ponerla este año el día 31, han tenido la “genial” idea de ser por la mañana en horario de trabajo, me imagino que es para que las autoridades que entregan los premios no salgan de casa la tarde de un día tan señalado.


Pero el colmo de esta última edición ha ocurrido en la categoría absoluta, en la que como aperitivo de lo que se avecinaba ya no quedaban imperdibles para sujetar los dorsales, estando a punto de tener que sujetarlos con la boca. Y llegó el plato el fuerte, la carrera, programada a un total de unos 7.100 metros, ( 1 vuelta inicial de 900 aprox. + 5 vueltas a un circuito de algo más 1.200 metros). Incompresiblemente, no se si porque los jefes de carrera tenían prisa por irse, porque estuvieran bebidos, o porque el día que contaban hasta cinco en Barrio Sésamo se perdieron el episodio, pero lo cierto es que cuando los atletas de cabeza fueron pasando por meta faltándoles todavía una vuelta se dio por finalizada la carrera. Los que íbamos llegando detrás también se nos iba dando como terminada la prueba, e incluso a otros que cuando pasaban por meta les quedaban 2 vueltas, y sin embargo otros atletas ajenos al desastre dieron 5 vueltas al circuito grande. Esto quiere decir que hubo corredores que dieron la vuelta pequeña + 3 grandes, otros 1 pequeña + 4 grandes, y otros 1 pequeña + 5 grandes. No me explico como pudieron hacer un espectáculo tan vergonzoso, ridículo, bochornoso y nefasto.
Todavía tienen el valor ciertos políticos, cuando sin reparo alguno se les llena la boca con declaraciones tales como: “Ciudad Real, ciudad del deporte”, y yo me pregunto: ¿Qué deporte? No se si también es deporte lo que practica un tío que pesa ciento y pico kgs. vestido de bufón, que se come un bocadillo hecho con una barra de pan entera, contemplando desde su butaca de grada como juegan 7 jugadores, que por desgracia ni son paisanos. Pero con el Balonmano y el Mundialito de Fútbol no se hace la “Ciudad del Deporte”, parece más bien el “Pan y Circo” que en tiempo de los romanos daban al pueblo para hacerles olvidar la mala gestión de sus gobernantes.
Si de verdad quieren apoyar al deporte, deben empezar fomentando y ayudando al deporte base, que es el más cercano a los ciudadanos, saludable y honesto. Y cuando se tengan unas buenas instalaciones correctamente mantenidas, unas escuelas municipales del deporte modélicas, y se luche contra los empresarios sin escrúpulos que arrasan la naturaleza y dejan sin los caminos por dónde corredores, paseantes y ciclistas han circulado durante años, entonces se podrá empezar a hablar de planes para la “Ciudad del Deporte”. Si recapacitan podrán comprobar que con lo que cuesta al Ayuntamiento mantener y limpiar los días de Botellón de un único fin de semana, habría para el presupuesto de varias carreras del pavo, (siempre y cuando si hablamos solo de los gastos de la carrera sin contar con lo que pagan inútilmente a los organizadores), u otras muchas actividades deportivas. No dejen que su proyecto no pase de ser “la Ciudad del Botellón” o “la Ciudad de las pastillas y las rayas”, apuesten por otras actividades alternativas más beneficiosas.


Firmado:

Un corredor cabreado






Y digo que se puede hacer peor, si. La prueba ha sido los Campeonatos Regionales de Pista Cubierta (al aire libre) de Castilla La Mancha donde ... ... mejor dejo aquí el enlace del foro para el que quiera saber.


foto: tomada de http://www.periodistadigital.com/
mientras escribo suena God knows it's true de Teenage Fanclub
mientras edito suena God Bless This Mess de Sheryl Crow
 
Comments:
Jajaja, de Pajares y Esteso.
Lo malo es que veo cómo no ha mejorado mucho la cosa desde aquellos controles de los años 80. Eso de la PC en mitad de Enero y al aire libre siempre me ha llamado la atención, oh si.
 
Chico, y luego nos quejábamos nosotros de la organización de la media de Avila. Allí simplemente nos dejaron sin agua hasta el kilómetro 15 y retiraron vallado, arcos de meta y entregaron los premios ANTES de que llegaran los últimos corredores, diez minutos antes del cierre de control, pero claro, los premios ya se habían entregado, los políticos ya se habían hecho la foto y la ¿organización?, ya había justificado la subvención municipal. Es lo de siempre: a los atletas, que les den, y cuanto más populares, más.
 
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