viernes, 17 de noviembre de 2006
  Menuda bola encontrarlo

En el PW ha ocurrido lo que no debería pasar en días como estos. La pérdida de un billete de lotería sume al depositario en la peor de las desgracias. Esa persona que se ofrece humildemente a portar un décimo en el que muchos tienen ilusiones y sueños a la par que agujeros que tapar. Fotocopias por aquí y por allá para los demás y uno se queda con la sensación de portar todo eso que los demás ansian.


En definitiva y a lo que vamos, que éste se pierde; carreras por los pasillos, lágrimas en los rostros, incertidumbres en las miradas, palabras descontroladas y verbos despotricados sobre las personas, en concreto sobre una, la más desgraciada, la depositaria, la persona que ofreció su bolsillo para no manchar el de los demás, la que dijo que no le importaba y sobre la que caen ahora maleficios y perversos conjuros: 'la fostio' dice aquel mientras otro aplaca su rabia cuando aún quedan décimos por comprar e ilusiones por compartir.


Cuando se juega, si es que se juega porque la otra opción es no jugar, en tropel o en manada, como dice un compañero, pueden ocurrir estas cosas, que los que querían hacerse ricos se hacen inmundos y los que ya eran gente de bien son convertidos al ostracismo de la ludopatía solitaria.

 
Comments: Publicar un comentario



<< Home