Wolves against lambs
No sé muy bien por qué comprometí mi nula sapiencia anteayer al mezclar en el blog una estupidez supina y humana como la que mezclé. Entre las premisas principales de este cuaderno de bitácora o como cada uno lo quiera denominar estaba la de no mancillarlo, y no convertirlo en espacio de apertura de cuantas tontadas llegan vía e-mail y cometí el error. Suave error pero desgraciado porque deforma las mentes y la mía se vió sometida a lo fácil que es precisamente lo que no quería. Quería convertirlo en algo lúcido , por supuesto personal, pero sin caer en la deformidad de lo que estamos hartos de ver, vía internet, TV, radio, publicidad, etc. Hace dos días no fue así, caí pero bien caído, hasta el fondo, enseñé la peor parte del blog (bueno en realidad no sé si hay alguna buena, los cuatro locos que lo leeis sabriaís decirmelo mejor), quise acertar en lo concreto y me fui por las ramas, me comieron los lobos. Tampoco es que yo quiera ser o sea un cordero pero esta vez me ha comido el pez grande. Espero haber aprendido y sobre todo ser fiel a lo que un día escribí en mi cabeza sobre lo que este viaje sería.